martes, 23 de agosto de 2011

La juventud maravillosa y la otra





Comparto el artículo de Tomás Abraham http://tomabra.wordpress.com/2011/08/21/lectura-obligatoria-perfil-2182011 en el que sugiere la lectura del libro "Montoneros: La soberbia armada" del autor Pablo Giussani.
El libro es de mediados de los 80 y el autor es un intelectual que compartió los ideales con militantes de Montoneros pero no los métodos, además fue amigo del brillante Francisco "Paco" Urondo. Un dato más,  el libro fue escrito desde Italia, desde el exilio para proteger a su familia.

Creo que lo más importante del artículo de Abraham es que invita a formular preguntas que no nos formulamos hoy o que al menos no las formulamos con tanta frecuencia con respecto a la violencia armada de los 70. Ahorremos camino, no creo en la teoría de los dos demonios, es absurda, es imposible, no puede haber dos demonios, ninguna entidad puede ser comparada con el estado, hay un solo demonio, el estado, quien con la obligación de defender a sus habitantes, masacró inocentes, mató sin juicio previo a militantes guerrilleros y además negoció con ellos, en fin un auténtico genocidio. No puedo omitir el genocidio económico pero es tema para otro post. Repito GENOCIDIO. Ahora bien ¿esto implica que la violencia armada de Montoneros estaba bien? ¿era Montoneros una fundación, una ONG que ayudaba a los pobres, cuidaba los derechos humanos y defendía la igualdad de género? no lo creo ¿sus integrantes eran ingenuos jóvenes que solamente repartían alimentos en las villas? Tampoco lo creo.
Sin embargo en la actualidad no nos formulamos preguntas sobre los crímenes de las organizaciones armadas de los 70, el paradigma actual nos prohibe formularlas, el paradigma actual recibe el nombre de "política de derechos humanos".  Aplaudo la iniciativa de juicio y castigo a los genocidas, también creo que las acciones de la guerrilla pueden no ser de lesa humanidad y no pueden juzgarse por haber prescripto. Pero esto no nos exime de preguntarnos realmente por los errores de Montoneros, creo que por respeto a quienes cayeron con tanta entrega, con los ideales más nobles no debemos reducirlos y rebajarlos solo al papel de una "juventud maravillosa" que indolente soportó la masacre.
No creo que haya intereses espurios en la política oficial de no revisar las acciones de los grupos armados, solamente creo que la abyección de los crímenes de la dictadura los redime de sus propios crímenes, no se si es correcta o incorrecta dicha redención, lo único incorrecto es no preguntarselo.

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